Con nuestro láser de diodo, disponemos de tratamientos de rejuvenecimiento facial. Mediante este procedimiento se pretende conseguir una estimulación dérmica, a nivel de la dermis papilar y reticular superior, con el fin de estimular los fibroblastos y aumentar la producción de colágeno, elastina y ácido hialurónico.
El fotorejuvenecimiento con láser diodo consiste en la emisión de pulsos en una longitud de onda específica, que incide selectivamente en el cromóforo o diana natural de la piel, agua. Provoca una columna de coagulación y calentamiento que ponen en marcha el proceso natural de reparación del organismo y, como consecuencia, mejora la textura y firmeza de la piel, como también, induce la disminución del número y profundidad de las arrugas.
El número de sesiones para notar los efectos es variable en cada persona, pero, a menudo, los efectos son notorios desde las primeras sesiones. El intervalo de sesiones óptimo es cada 3-4 semanas, dependiendo de las características de cada persona.
